miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cuello

Cuello
La panadería es un verdadero arte. No solo por las formas de los panes que derrochan creatividad, o por sus ingeniosos nombres sino por los procesos de elaboración y por los ingredientes. Los distintos tipos de masa nacieron gracias a la creatividad y experimentación de verdaderos artistas que no conformes con lo establecido se dieron a la tarea de descubrir nuevas formas de hacer las cosas.
Hoy en día la panadería está muy tecnificada y estandarizada y todo mundo hace pan, pero no todo mundo hace buen pan. 
La pasta de hojaldre es uno de estos inventos que deberíamos de valorar mucho mas de lo que lo hacemos y se le debería de levantar un monumento a su inventor, que en este caso se trata de un pintor y pastelero francés de nombre Claudio Gelée. 
En si el hojaldre es una maravilla ya que sin levadura, la pasta levanta al momento del horneado.
La levadura suele ser la responsable de dicho fenómeno dentro del horno, pero en este caso no lo es.
La pasta de hojaldre es simplemente masa y grasa pero es gracias a la disposición de la masa en capas lo que hace que la grasa atrapada entre capa y capa se evapore al momento del horneado haciendo que el vapor desprendido empuje a la capa superior produciendo el levantado.
Ahora, en México existe un tipo de masa que se llaman Apastelada, que consta de masa de hojaldre pero en este caso sin grasa. Entre capa y capa lo que coloca el panadero es harina. De alguna forma que aun no tengo muy clara, al hornear, se generan las hojas características del hojaldre pero de forma mucho mas compacta.
Al no tener grasa las piezas hechas con esta masa son mas bien secas y de textura terrosa.
El cuello es justamente una de estas piezas elaborada con este tipo de masa, que al parecer es de invención novo hispana.
Cuello Novo-hispano.
Esta una de las piezas favoritas de mi padre. Por alguna razón que yo no comparto le gustan mucho. Para mi son piezas problemáticas ya que hay que tener mucho cuidado para trasportarlas porque son muy frágiles. Ademas de que el sabor en si es muy insípido y es el escarchado de azúcar lo que le da algo de sabor y este suele caerse en el camino a casa.
Claro que ya con una tacita de café negro y sobre todo sopeadas pues ya no les hago el feo.
Supongo que la forma ondulada y plisada de esta pieza le recordó a sus creadores la forma de los cuellos que se usaban en tiempos de la colonia y supongo que por esta razón decidieron darle ese nombre.
Guirnalda de laureles.
Otro nombre que recibe esta pieza es la de Laurel, aunque pienso que mas bien, se debería llamar guirnalda, ya que supongo que al llamarla laurel seguramente están haciendo referencia a  una guirnalda de laurel que se usa en los escudos y medallas para simbolizar la victoria.
Como siempre depende de en que región del país se encuentre uno, para encontrar distintos nombres para el mismo pan, y a veces los nombres cambian hasta de panadería en panadería.
De todas formas esta es una pieza muy mexicana y muy rica de masa apastelada que sin importar como la llamen vale la pena probarla acompañada de la bebida favorita de cada quien 

Este es un cuello.  




miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cochinito

Jalapa, capital del estado de Veracruz. Años ochentas. Les cuento que  en esos ochenteros años solíamos ir algunas veces esa ciudad capital durante las vacaciones de verano a visitar a Doña Emilia, la abuelita de mis primos.
La neta que chido me la pasaba por allá en compañía de mis tíos, primos y las delicias gastronomicas que Doña Emilia tenía en su enorme casa.
Una sencillisima, bolillo tostado con nata y azúcar. No, no, no, no! Era una cosa para revolcarse de alegría.
Bueno es que era la onda de estar comiendo tamales, pan dulce, cafe con leche y resfresco de vainilla todo el santo día. Y justamente de las cosas que descubrí por aquellas tierras veracruzanas en mi tierna infancia fueron lo cochinitos.
Con leche fría son una exquisitez. 
Los cochinitos son básicamente galletas que se preparan con piloncillo cuya forma es la de un marranito visto de perfil.
Por ser pan con forma de animal se clasifica como pan zoomorfo. ¡Ay güero! Y es que hay antropomorfos, fitomorfos y mitoformfos, que tal, pero de ellos hablaremos en otra entrada.
En el caso de este pan zoomorfo, algunos panaderos los hacen mas tostados, quedando dura y quebradiza la galleta y otros los hacen mas blanditos y hasta un poco humedos. Estos últimos son los que mas me gustan.
La tradición de hacer pan con figuras de animales viene de hace mucho tiempo y forma parte de la tradición del pan de feria o de los panes de fiesta. Hoy en día todavía encontramos en las panaderias, tortugas, ratones, palomas y los cochinitos.

Este es un cochinito.