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jueves, 14 de junio de 2012

ESPEJO

A mi que me encantan las galletas.
Las de chispas de chocolate, las rellenas de crema tipo Oreo, las rellenas de fruta tipo Newton, las wafleadas tipo Macma, las Marias untadas con cajeta o mermelada o un puñado de galletas de animalitos con leche, en fin las galletas rifan. 
Sin embargo las que recuerdo con gran cariño y que realmente eran prodigiosamente exquisitas eran las que preparaba la abueltita de mis primos.
Doña Meche que así se llamaba la mamá de mi tio Enrique, vivía en Aguascalientes. Vivía en una de esas casa grandes de patio en medio, donde había que cruzar el patio para ir al baño. De esas casa que ahora en el DF ya son todas restaurantes o galerías de cachapolvos.
La señora al parecer vivía cerca de un convento si mal no recuerdo y con las monjas compartía el gusto por cocinar y hornear cosas sabrosas. 
Preparaban unos tamales realmente épicos.
Pero lo que podías comer todo el maldito día sin cansarte eran las galletas de nata. Eran maravillosas.
Lamentablemente son de las cosas que desaparecen con sus creadores y ahora forman parte solamente de los recuerdos de quienes tuvimos la fortuna de probarlas.
En fin. 
El espejo será la primera galleta de la que vamos a hablar un poco. ¿Que mas se le puede pedir a la vida que una galleta cubierta con chocolate? Cuando tengan la oportunidad prueben esta delicia con un vaso de leche bien fría. Es lo máximo.
Esta galleta es suave y se desmorona con facilidad y combinada con la tersa capa de chocolate hacen de cada bocado una experiencia suave y llena de sabores ya que se mezclan lo dulce del chocolate con lo un toque de salado de la galleta.
La forma redonda y lo brillante de la capa de chocolate nos dejan en claro el porque de su nombre.
Estas piezas de pan dulce cuesta un poco de trabajo encontrarlas, pero las cadenas de pan grandes como La Esperanza o El Molino llegan a tenerlas, aunque no son muy buenas que digamos, por lo cual si es preferible darse una vuelta al centro y visitar La Pilarica en la calle de Lopez o La Vasconia en Tacuba y Palma para probar mejor pan. 

Este es un espejo.

martes, 5 de junio de 2012

CONDE

Aquellos que me conocen seguramente pensaron que está entrada estaría repleta de comentarios sobre el Conde Drácula, el Conde Contar, el Conde Pátula, el Conde de Montecristo o ya de perdida de Ninel Conde.

Pero ninguno de estos personajes me es tan admirable, ni siquiera Ninel, como: JUAN VICENTE GÜEMES PACHECO Y PADILLA, CONDE DE REVILLAGIGEDO.

CONDE DE REVILLAGIGEDO 
El segundo conde de Revillagigedo es considerado el mejor gobernante que tuvo la Nueva España. Dotado de gran capacidad para el trabajo, cosa que como que hoy en día ya nomas no se nos da, se impuso realizar una obra duradera y de beneficio común. Su primera preocupación fue sanear y modernizar la capital del virreinato, que era en ese entonces una verdadera cochinada, sucia, fea e insalubre: empedró e introdujo el drenaje en las calles, así como el alumbrado público; estableció el servicio de limpia y recolección de basura; dispuso el embellecimiento de paseos, plazas y alamedas; ordenó el tránsito de carruajes; etcétera, antes de el nada de eso existía, fueron 200 años previos de desorden total. Hizo lo propio en otras ciudades del virreinato como Veracruz, Toluca y Guadalajara, entre otras. Favoreció la comunicación entre las distintas regiones, para lo cual dispuso la construcción y el mejoramiento de caminos. Ordenó el levantamiento del primer censo de población. Dio instrucciones para reunir los documentos de las oficinas públicas con lo que dio origen a lo que actualmente es el Archivo general de la Nación. Hizo más ágil y menos corrupta la ejecución de trámites y la impartición de justicia, que ya desde entonces era corrupta. Se imaginan estamos hablando de  que el llega y encuentra aquel nido de ratas en 1789 y ya la corrupción era la norma, no pus no, son muchos años de práctica, a ver como le hacemos para que se nos quite, pero en tan solo seis años no lo creo. Concluida su misión en México fue llamado a España, donde murió cinco años después.
Para mi este es el Conde mas fregón que ha existido.Y un verdadero héroe de la patria. El no murió en batalla, ni nadie lo mando fusilar, no enfrentó batallas heroicas y las perdió, el sencillamente se puso a trabajar y metió al virreinato en orden. ¿Que aburrido y poco dramático no?
Pero hablando de Condes el que realmente es una maravilla, de origen francés, con toda la tradición de la repostería francesa detrás de el es el Conde de hojaldre.
Este pan cuenta con un escarchado de azúcar glas y clara de huevo que genera un tipo de turrón plano y liso que hace que luzca esta pieza realmente elegante.
La tradición francesa en la repostería no solo busca los mejores ingredientes y combinaciones inusuales en sus recetas, también busca una impecable presentación. Creo que esta pieza sencilla y carismática es reflejo de esta búsqueda por la elegancia hasta en el último detalle de cualquier objeto, en este caso, en una pieza de pan.
Una manera fácil de degustar este tipo de pan sin tener que salir a buscarla entre las panaderías de la ciudad es ir directamente a "El Globo" panadería cara, justamente de tradición francesa, y buscar una charola de pequeñas banderillas de hojaldre que cuenta con pequeños condecitos entre su variedad. Esa charola de banderillas me la puedo comer yo solo de una sentada con un vaso de leche, sin problemas.
         
Este es un CONDE.