viernes, 4 de abril de 2014

Pan de muerto del Bajío guanajuatense

Guanajuato "Cerro de ranas". Que lugar. Panista a reventar, pero que lugar.
Yo tengo una relación ya de muchos años con este estado de la Republica mexicana.
De chico, tiro por viaje libamos para allá pues uno de mis tíos, ahí humildemente, tenía una hacienda marca muérete entre los estados de Querétaro y Guanajuato. Pasé muchas vacaciones en ese lugar.
Ir a San Miguel el Grande era de cajón. Ignacio Allende siempre fue mi Insurgente favorito y visitar su ciudad era para mi algo muy especial. De ahí era común que nos pasaramos a Dolores a visitar la casa del cura Hidalgo y la iglesia desde donde dió el "Grito".
Estar en  la ciudad de Guanajuato para mi que soy fan de las leyendas de fantasmas y de los vampiros es algo extraordinario pues sus sinuosas calles y tuneles te transportan a la Europa medieval donde había que estar trucha pues en cada esquina podía salirte un espectro de la noche. Ademas, era para mi todavía mas especial porque nos quedábamos en  un hotel llamado el Castillo de Santa Cecilia que es literalmente un castillo medieval, para mi era alucinante. ¡Era lo máximo!
Siendo fan también de Cervantes y de Don Quijote, Guanajuato te transporta de inmediato a la España medieval y puedes imaginar sin ningún problema a Don Miguel caminando por las calles empedradas imaginando las aventuras de su famoso hidalgo.
Como fan de la historia de México, conocer la Albóndiga de Granaditas es emocionante y sobrecogedor.
Por ejemplo de otros lugares del Estado de Guanajuato invito a todo mundo a conocer Comanjilla y sus aguas sulfurosas.
Ya no me acuerdo bien pero creo que de camino al Cerro del Cubilete hay un lugar que se llama algo asi como La Mansión de las Leyendas. Es una casa que han acondicionado como atracción de feria en la que relatan las distintas leyendas de Guanajuato con maquetas, maniquíes, luces y sonido. Me encantaba ir a ese lugar.
Como mexicano uno debe de ir cuando menos una vez en la vida a comprar zapatos a León, casa del actual campeón del futbol mexicano.
La mejor comida de la que he sido participe en mi vida, la di en León en un restaurante Brasileiro de espadas.¡Que comilón!
Cajeta en Celaya.
Fresas en Irapuato.
Tengo realmente muchas aventuras vividas en tierras guanajuatenses, pero  la anécdota que mas atesoro en mi memoria es haber acompañado a mi tía y a mi abuelo al pueblo de Pozos, por ahí a principios de los noventa. Mi abuelo había visto un anuncio en el periódico que decía, que aquel lugar valía mucho la pena visitarlo pues había sido en su momento un importante pueblo minero. Agarramos la carretera y fuimos a conocer Pozos.
Cuando llegamos nos topamos con lo que se puede describir, sin miedo a equivocarme, como un perfecto pueblo fantasma. No había nadie y sus edificios lucían en ruinas y abandonados. Además soplaba un viento torrencial que levantaba enormes tolvaneras que no dejaban ver nada. Mi abuelo al llegar, estacionó el coche al lado de la plaza principal, se puso su sombrero y bajo del coche, esperando naturalmente que los demás lo acompañáramos. Ya habíamos hecho el viaje ¿no?, era de suponer que cuando menos recorreríamos algunas calles a ver que tal. Como yo vi que mi tía no tenía la mas mínima intención de bajarse, yo ni me moví y pude ver por la ventanilla como mi abuelo se acercaba a la única alma viviente del lugar, una viejecita que algo vendía, seguramente para preguntarle que si esto era todo o si había algo mas que ver.
Mi abuelo estuvo un rato, no muy largo, parado en una esquina de la plaza tratando de ver algo que llamara su atención, sosteniendo con una mano su sombrero para que el viento no lo hiciera desaparecer en la polvareda. Por fin, decidió regresar al coche francamente un poco empanizado, ocupó su lugar detrás del volante y nos acusó de traidores.
Tengo entendido que Pozos es hoy uno de los pueblos mágicos de Guanajuato por lo cual espero que le hayan dado una manita de gato y hayan mandado a algo de gente a vivir para allá.
A mi me encanta Guanajuato y se da un quien vive con mis otras ciudades mexicanas favoritas Oaxaca y Mérida.
El caso es que un colega y amigo mio oriundo de por allá, me trajo un pan de muerto para que lo probara. Su forma y sabor no tienen nada que ver con el pan de muerto que se acostumbra comer en la Ciudad de México, lo cual nos recuerda que hay panes de muerto por todo el país de muchas formas y sabores distintos. Muy sabroso por cierto, dulcecito con un toque de anis.
Los mexicanos compartimos muchas tradiciones pero cada región tiene sus detalles propios y distintivos.
Este es un pan de muerto abajeño, del Bajío Guanajuatense.

No hay comentarios:

Publicar un comentario