Los besos son deliciosos.
¿Quién puede decir lo contrario?
Quién no recuerda ese primer beso tímido y torpemente dado a la primer novia.
O ese beso largamente esperado que por fin un día nos ganamos de nuestra guapa maestra de inglés.
O ya de plano ese primer beso húmedo y apasionado que fue antesala para algo mas tórrido y apasionado.
Beso de Megan Fox |
Por otro lado, no existe un beso más genuino y cariñoso que aquel que a lengüetadas nos da una mascota agradecida.
Y así por el estilo nos podríamos seguir describiendo besos de todos tamaños y duraciones.
Sin embargo este blog nos exige hablar un poco sobre el beso de pan.
Uy que buena pieza de pan esta la del beso. Lo que pasa es que la mayoría de las piezas de pan dulce combinan cuando mucho dos sabores, siendo el caso mas común el de lo dulce con un poco de salado.
Y el beso no deja de hacer esto pero al mismo tiempo se incorpora lo ácido.
Y es que dentro de esa boquita que forman el par de panquecitos se encuentra una capa de mermelada de fruta.
Esta capa es la que sirve de adhesivo para mantener pegados a los dos panes.
Puede ser que encontremos mermeladas de diferentes sabores aunque la mas común es la de fresa.
Es la mermelada pues la que le da a esta pieza un toque acidito que es gratamente bienvenido en combinación con lo dulce de su cubierta.
Cubriendo a todo el beso hay una capa de mantequilla espolvoreada con azúcar que vuelve a esta pieza una bomba calórica, por lo cual es de las piezas que se deben de comer muy de vez en cuando, o que bien, muy amistosamente, se puede compartir con algún compañero de merienda ya que al estar formado por dos panes se pueden separar para compartirse.
Los besos que yo comí de chico provenían de la Panificadora "La Campesina" que así se llamaba entonces lo que hoy en día se lleva el nombre de Panificadora Campestre que se encuentra en el corazón de la Colonia Campestre Churubusco al oriente de la Delegación Coyoacán, el lugar donde pase mi niñez.
Los besos de ahí, por ejemplo, no tenían mermelada de fresa sino de chabacano lo cual los hacía todavía mas aciditos.
Eran realmente muy buenos.
Hoy en día para un buen beso hay que ir a "La Pilarica" una panificadora que se ubica en la calle de Lopez esquina con Ayuntamiento en pleno centro de la ciudad de México.
Como como un Beso.
El beso no deja de ser una pieza muy dulce, supongo que para hacerle honor a su nombre, por lo cual me gusta comerlos con leche fría, además de que su pan es algo seco y la leche sirve para humedecer un poco las cosas.