Oh la la. C'est magnifique.
"Ce pain est la nete de la planète", osea, este pan es la neta del planeta.
De la región de Lorena en Francia, señoras y señores démosle una calurosa bienvenida a la petite Madeleine: la Madalena.
La Madalena es pues un bizcocho de origen frances que viajó a España donde se afianzó en el gusto popular para mas tarde viajar hasta América donde fue muy bien recibida. Aunque se parecen, no se debe confundir con el panque, ni con la mantecada, ni mucho menos con el muffin o el cupcake, pues la Madalena tiene una receta especial a base de huevos, azúcar, mantequilla, harina de trigo, levadura, y aroma de limón obtenido generalmente de la cáscara. En la receta tradicional francesa, se baten las claras de huevo a punto de nieve para dar más ligereza a la masa. Es por lo tanto un panquecito extremadamente ligero.
Dice la tradición que se llama Madalena porque una joven criada llamada Madeleine Paulmier, en 1755, elaboró estos panecillos para el rey de Polonia Stanislas Leszczyński, que tenía un palacio en Commercy al norte de Francia en la región de Lorena . Esta tradición es la más popular.
Otras fuentes remontan el origen de este panecillo a la época de los peregrinajes cristianos a Santiago de Compostela. Una joven llamada Magdalena les servía a los peregrinos unos pastelitos en forma de concha, símbolo de este peregrinaje. Las "magdalenas" se extendieron a lo largo de los caminos de Santiago, lo que explica su tradicional implantación en España, lo cual también explica porque en México la conocemos con ambos nombres: Madalenas y Magdalenas.
He notado que en México llamamos a este panecillo Madalena cuando tiene la forma de concha marina con sus estrías características, y la llamamos Magdalena cuando tiene una forma de loma achatada y va cubierta con nuez picada.
La Magdalena es un pan muy popular en los cafés de chinos que hay por toda la ciudad de México por lo cual es fácil degustar uno de estos panes acompañado de un humeante café con leche.
Incluso la panificadora industrializada Bimbo tiene entre sus productos empaquetados unas Madalenas que en un rato de ocio no resultan ser tan malas como otros de sus productos.