Todos los países de América nos rifamos cañón. Los que no tienen selvas llenas de vida animal, tienen frutos de todos tipos y valiosísimas semillas como el cacao o el café.
Oiga usted y que me dice de las playas o las montañas. Las ruinas arqueológicas, la herencia cultural de pueblos milenarios. Hasta los gringos y los canadienses tienen paisajes de ensoñación.
Bueno, que en México tenemos de todo esto. La cantidad de fruta tropical a la que tenemos acceso es obscena. El resto del mundo tendría derecho a poder comprar un durazno dulce y jugoso a precio razonable y no las monstruosidades fibrosas e insípidas que hay por otras latitudes.
En fin, México fue bendecido con gran variedad de frutas tropicales y fue maldecido con los mexicanos. Supongo que es un trato justo.
Uno de estos frutos de los que gozamos los mexicanos es la lima y el limón.
México suele ser el primer productor de limas y limones del mundo cuando la India no se pone las pilas. Ahi nos andamos dando un quien vive entre estos dos países por ser el primer lugar en la producción de este fruto, batalla a la que también le entran Argentina y Brasil.
En realidad, "Lima" es un nombre genérico con el cual se nombran a varias especies de árboles frutales, en especial cítricos. El nombre común no corresponde exactamente con ninguna clasificación científica, y las especies que reciben este nombre varían marcadamente de cultura a cultura.
Nosotros en México llamamos Lima a un fruto amarillo cuyo sabor es muy poco ácido y predomina lo amargo con un toque de dulce. Con este fruto es con el que se prepara la famosa sopa de lima de Yucatán.
Este fruto tiene en sus extremos dos pezones. Así se le llama a estas protuberancias que presentan estos frutos, juro que no soy yo proyectando mis aficiones.
Bien pues es este pezón el cual los panaderos reprodujeron en este pan, que de no contar él, acabaría siendo una concha normal.
Aún no he podido descubrir si a la masa de este pan se le agrega algún aceite cítrico para hacerla un poco ácida pero hasta el momento me parece que sí es un poco mas ácida que una concha normal. Tal vez sea yo imaginando cosas.
En fin, aquí tenemos a este super tradicional pan que hace referencia a este maravilloso fruto con el que tenemos la fortuna de convivir los mexicanos.
Las Limas afortunadamente son fáciles de conseguir en casi todas las panaderías de la ciudad y es un pan delicioso cuando se combina con café negro pues se crea un contraste muy agradable entre lo dulce y lo amargo.
De chico nunca nadie me informó del verdadero nombre de esta pieza y cuando yo la pedía lo hacía diciendo: "quiero la concha con bolita". No es una concha con bolita, es una Lima, pero esto nunca nadie me lo dijo.
Esta es una Lima.
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